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jueves, 7 de agosto de 2014

Van Gogh, desde St. Rémy

"Mi querido hermano:
Autorretrato,
1889

(…) Esta inevitabilidad del sufrimiento y la desesperación - de todos modos, aquí estoy de nuevo, recuperado por un período.  Estoy agradecido por ello.
Te escribo esta carta poco a poco en intervalos cuando estoy cansado de pintar. El trabajo está yendo bastante bien. Estoy luchando con un lienzo comenzado unos días antes de mi indisposición. (...)
(...) ¿Y qué debo hacer: continuar aquí  estos meses, o irme?  No lo sé. La cosa es que cuando las crisis se presentan no son divertidas, y correr el riesgo de tener un ataque  como ése contigo u otros es grave.





Mi querido hermano: Todavía te estoy escribiendo entre los combates del trabajo. Estoy arando como un hombre poseído, más que nunca tengo una furia reprimida por el trabajo, y creo que esto contribuirá a curarme.
(…) Voy a seguir trabajando muy duro, y luego, si la crisis vuelve hacia Navidad, ya veremos, y una vez que haya pasado, entonces no veo ninguna desventaja en mandar la gestión aquí a todos los demonios y volver hacia el norte por un tiempo bastante largo. Irse  ahora tal vez sería demasiado imprudente, ya que es probable que haya una nueva crisis en el invierno, es decir, en 3 meses.
(…) Estoy luchando con todas mis energías para dominar mi trabajo, diciéndome a mí mismo que si gano, esto será el mejor conductor de la luz para la enfermedad. Tomo gran cuidado de mí mismo recluyéndome de los demás; que es egoísta, si quieres verlo así, para no acostumbrarme aquí a las desgracias de mis compañeros, y en vez de ir a verlos. Pero, de todos modos, no me siento mal por ello, ya que mi trabajo está progresando y lo necesitamos, ya que es más que necesario que lo haga mejor que antes, cuando no fue suficiente.
El segador, 1889 (Wikipedia)

(…) Por el momento mi mente está funcionando con regularidad y me siento absolutamente normal - y si pienso racionalmente en la actualidad acerca de mi condición con la esperanza de tener, en general, entre las crisis - si, por desgracia, es de temer que esto se repetirá siempre de vez en cuando - de tener períodos de claridad y de trabajo entremedio - si pienso racionalmente en la actualidad acerca de mi condición entonces, ciertamente, me digo que no debo tener la  idée fixe  de estar enfermo. Pero tengo que seguir mi pequeña carrera como pintor con firmeza. Permanecer para siempre en un asilo a partir de ahora probablemente sería exagerar las cosas."
(5 ó 6 de septiembre 1889)

Van Gogh escribió unas 814 cartas, que van desde 1872 a 1890. De todas éstas, la mayoría están dirigidas a su hermano Théo, con quien tenía una relación muy estrecha. El fragmento que elegí esta vez corresponde a la carta escrita entre el 5 y 6 de setiembre de 1889, desde el Asilo Saint Paul de Mausole, en St.Rémy. La carta tiene 6 hojas, escritas de los 2 lados. Cierra el sobre pero lo vuelve a abrir para seguir escribiendo.
Théo le había propuesto que pasara un tiempo con él y su familia. Pero el Dr. (ni el paciente) lo consideraban aconsejable.
El cuadro al que se refiere es el que acompaña a este texto. En esa época ya empezaba a ser conocido y valorado por otros colegas.
Había sido hospitalizado en mayo de ese año por sus frecuentes ataques y por 3 meses; durante este tiempo llega a tener otros 4. En agosto le permiten volver a pintar. El director del asilo, el Dr. Peyron, le escribe a Théo comunicándole la mejoría del paciente y le da el alta.
Es el testimonio de un hombre enfermo, consciente de su situación y con el miedo de que los ataques no le permitan pintar, su gran pasión.

Van Gogh, The letters. Londres, Penguin Books, 1997
800/801,604

 Traducción: Cristina del Rosso

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