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jueves, 28 de mayo de 2015

Una joya demasiado tentadora, 2da parte

El Altar de Gante y los superpoderes para Hitler

Van Eyck, Cordero Místico, Altar de Gante, 1432

La semana pasada les conté las vicisitudes del Altar de Gante desde el siglo XVI hasta 1937. 

Si había sido deseado por los alemanes una vez, si por el Tratado de Versailles tuvieron que devolver los paneles laterales, aunque no habían sido botín de guerra, era de esperar que en la 2da Guerra Mundial fueran a buscarlo otra vez. Como medida de precaución lo trasladan al castillo de Pau, donde se habían resguardado otras obras provenientes de museos franceses. Cuando los alemanes se acercan, lo trasladan al castillo de Chambord. Pero, a pesar de la promesa por escrito de no tocar estas obras, en 1942 éstos se llevan todo.

jueves, 21 de mayo de 2015

Una joya demasiado tentadora

El Altar de Gante de Jan van Eyck
Jan y Hubert van Eyck, Altar de Gante, 1432 (abierto)


van Eyck, Altar de
Gante, Joos Vijd 
En 1426 Joos Vijd encargó a Jan van Eyck (¿y también a su hermano Hubert?) este retablo como donación a la Catedral de Gante para expiar las culpas de su padre. 

van Eyck, Altar de Gante
(cerrado)
No conocemos muchos detalles más porque el contrato se ha perdido. La obra mide 3,5 x 4,42 m; está pintado sobre madera de roble y pesa 2 toneladas. Consta de 20 paneles, en anverso y reverso. Cuando está cerrado, se ven 8 paneles con el tema de la Anunciación. Abierto, son 12; el tema central es el Cordero Místico, una visión de San Juan, mencionada en “La Leyenda Dorada”. Es una obra monumental, llena de detalles, símbolos y alusiones teológicas de gran erudición.








jueves, 14 de mayo de 2015

Yo soy un salvaje

Carta de Gauguin a Pissarro
Gauguin, La montaña sagrada (Parahi te marae), 1892

“En este momento, carezco de ánimo y de recursos. ¡Ser pobre en una ciudad extraña! Sin crédito y sin dinero; cada día me pregunto si no sería mejor subir al tejado y ahorcarme. Lo que me lo impide es la pintura; es mi obstáculo. 

jueves, 7 de mayo de 2015

Una experiencia artística en Kenia

Da Vinci y Pollock en África
(Imagen: Fran Alonso)
No me gusta nada cuando oigo que el arte no sirve para nada o que es algo propio de snobs o diletantes. Soy una convencida, por propia experiencia, de que sí sirve para algo. Y si no, lean el testimonio de la Fran…
Hoy le dejo la palabra a ella.
Cristina