navigation + slideshow

jueves, 14 de diciembre de 2017

Una cuestión de temperatura

 3er contraste: colores cálidos y fríos

Seguimos con las combinaciones de colores. (Si te perdiste los anteriores, te pongo los links debajo.) El que nos toca ahora es una cuestión de temperatura, una temperatura más sensorial que táctil.








El rojo es cálido, el azul es frío. ¿Cómo es esto? El rojo es el color del fuego; el azul, el de la lejanía. Es algo que lo vemos todos los días: agua caliente, agua fría. 

¿Es una convención? En parte sí. No hay ninguna base física en la que un color sea por sí solo más caliente que otro. Dos tazas vacías, azul y roja, tienen la misma temperatura, ¡a no ser que la llenes con algo caliente o la metas en el congelador!

Pero es que así los percibimos. Te propongo un juego: llena una taza roja con té o café bien fríos y pásasela a alguien que no sepa de tu intento. La reacción instantánea del “conejito de Indias” será la sorpresa. Nadie espera que algo rojo esté frío.

Según investigaciones de la psicología del color, si uno entra en 2 habitaciones, con las mismas condiciones de tamaño, temperatura e iluminación, pero una pintada en rojo y la otra en azul, se perciben 4⁰ de diferencia entre ellas.


Monet, El Parlamento de Londres al atardecer, 1903
El rojo, amarillo y naranja se imponen ante nuestros ojos. El azul, el verde y el violeta producen calma. El rojo activa la circulación, el azul la apacigua. Te contaba la otra vez del rojo de los comedores de palacios: eran épocas en las que los banquetes tenían 10 pasos, el color del ambiente permitía llegar al final sin desfallecer. Y no pintes nunca la habitación de tu bebé en amarillo: lo asocian a la luz del sol y, por lo tanto, le costará dormirse y no parará de llorar. Sin embargo, el amarillo es ideal en lugares de trabajo en donde se debe fomentar la creatividad. En zonas de descanso, mejor el azul o el verde, ¿no?

El mismo efecto ocurre con los animales. Los caballos se apaciguan en establos azules o verdes; si tienes moscas en tu casa, pon luz azul.

Leonardo, Ginevra di Benci, 1475
Los colores cálidos se destacan, los colores fríos se alejan. Ya lo decía Leonardo. Las masas de aire de la atmósfera hacen que el color de los objetos que están en el horizonte se agrisen (lo llamamos “perspectiva aérea”, ver link). Esto hace que la oposición cálido y frío se aplique también a la relación cerca/lejos y, por derivación, a lo liviano/pesado o soleado/sombrío. Leonardo, el maestro del sfumato, hizo maravillas en sus paisajes con esto.










Claudio Lorena, Puerto con el embarque de la reina de Saba,
1648



Fíjate en el cuadro de Claudio Lorena: podemos contar hasta 5 planos hacia el horizonte. 














Renoir, Baile en el Moulin de la Galette, 1876


Los impresionistas, apasionados por la luz y el color en la naturaleza, se dedicaron especialmente a estudiar estas relaciones. Renoir, en su Moulin de la Galette (pincha aquí para ver nuestro post sobre este cuadro), usa azules y violetas en las sombras que proyectan los árboles sobre los bailarines. 










Cezanne, Montaña de Sta. Victoria, 1888-90
Cézanne, en su búsqueda del volumen a través del color, pintó una y otra vez a la montaña de Sta. Victoria, calibrando cálidos y fríos. La montaña está lejos, quiero que sea la protagonista, ¿cómo lograrlo, a pesar de la perspectiva aérea?

Con el recurso de colores fríos vs. cálidos podemos alterar visualmente las proporciones de una habitación. Si es pequeña, la podemos hacer aparecer más grande con colores fríos. Si es enorme, los colores cálidos la achicarán. Una habitación pequeña en colores cálidos y oscuros te hace sentir protegido; una enorme, en colores fríos y claros, desamparado.

(Imagen: bykoket.com)


Si esta combinación de colores es demasiado para tu casa, prueba con tonos más claros. Lo importante es que cada uno sea del mismo valor (sobre los valores ver este link).










(Imagen: facilisimo.com)
También se recurre a este truco en el diseño de jardines: las flores azules se colocan en el último plano para dar sensación de profundidad.










(Imagen: C.del Rosso)


Aquí te dejo una muestra de nuestra mesa. A mí me gustaría más con servilleta azul, la del mantel. Los tonos rosados de la vajilla alcanzarían para darle el tono cálido al conjunto. ¿Qué opinas?


(Imagen: C.del Rosso)






¿Y nuestro look? ¿Una salida veraniega en azul y rojo? 










(Imagen: C.del Rosso)








¿O una falda verde con blusa amarilla? ¿Qué te parece?



Nuestros 4to y 5to contrastes están por llegar dentro de poco. Esta vez nos tocan los colores complementarios y sus fantasmas.

Fuentes: Albers, J. La interacción del color. Madrid, Alianza, 1998
Itten, J. Kunst der Farbe. Leipzig, Seemann, 2000
Llewelyn-Bowen, L. Design rules. London, Contender Books, 2003


Los otros tipos de contrastes los encuentras en estos enlaces:
Convivencia inestable (Introducción)
Los colores son pura energía (1er contraste, colores puros)
Luces y sombras (2do contraste: colores claros y oscuros)




No hay comentarios :

Publicar un comentario